Extraños visitntes

miércoles, 2 de abril de 2008

Recordando a Indio de la Quebrada de Alvarado


Todos los Perritos se van al Cielo

Me llamo Indio y llegué a casa de la familia a los dos meses.
Al comienzo no le agradé a mamá - porque no era fino - ni a la nana, que dijo: "El perro o yo ". ¡Cosa seria! porque la nana llevaba más de 35 años con la familia.

Los niños argumentaron que yo venía para cuidar, justamente a la mamá y a la nana, y así fué como me quedé.
Fui creciendo y cada vez me parecía más a un pastor alemán.
Realmente era hermoso, sólo que no se me pararon las orejitas, algo que mamá siempre me sacó en cara.
Me puse muy celoso de mi gente y de mi territorio. He sido un perro muy bravo y me respetan mucho en el barrio y... ¡tengo mi fama!, cumpliendo así las expectativas para lo que fui traído.
Poco a poco conquisté a mamá y a la nana, al punto de tener libre acceso al interior de la casa y terminé durmiendo en la habitación con mamá.
Debo decirles que soy muy limpio y obediente, jamás he ensuciado el interior de la casa.
¡Eso si !, si hay algo que detesto, es cuando los niños y sus amigos se bañan en la piscina y debe ser porque cuando recién llegué, curioseando me caí, toqué fondo y salí con la ayuda de mamá. Así fue como supe cuánto me quería.
He tenido una linda vida. Todas las navidades recibo de regalo una pelota, y algo rico de comer: un osobuco, una lata de atún, etc, y para mi cumpleaños me regalan globos porque me gusta reventarlos y jugar con ellos. Así han pasado casi 11 años. Mis hermanos se casaron y hemos quedado en casa sólo yo, mamá y la nana. Me pongo yo primero porque mamá ha dicho que sólo sigue en esa gran casa por mí, que sólo se irá cuando yo muera y que el jardín lo cuida y lo mantiene lindo para mí, para que yo pueda hacer mis ejercicios cuando no me pueden sacar de paseo, cosa que hacemos regularmente, con la nana incluida, muy temprano en las mañanas.

¡Qué rico es tener una nana!, me prepara cosas ricas de vez en cuando y me encanta el olor de sus asados cuando los pone en el horno y me permite disfrutarlo en la misma cocina, cerquita de ella y luego me da a probar. No a todos los perros les permiten entrar a la cocina, con el cuento de que son sucios. No es mi caso. Bueno parece que está llegando el momento de que mamá deje la casa. Estoy muy enfermo y estoy hospitalizado. Hoy el veterinario llamó a mamá para decirle que me tiene que dormir.
Es algo a los riñones, he bajado como 15 kilos y no tengo deseos de comer. Me tienen con suero. Mamá vino a verme y se puso muy triste. El Dr. le dijo que esperáramos hasta mañana, para hacerme otro examen a ver si repunto, si se produce el milagro, ya que mi calidad de vida no promete nada bueno y además ya son casi 11 años.
He sido muy feliz y mamá siempre dice que yo humanicé a la familia, que les hice un gran bien, que los salvé de un amenazante egoísmo, etc...
Bueno, si mañana ya no estoy en este mundo, tengo que agradecerle a mamá, que me ennobleció al llamarme "Indio de la Quebrada de Alvarado" ya que cada vez que ella contaba mis gracias y proezas, que no eran pocas, decía que sólo me faltaba hablar, entonces le preguntaban de que raza era esa maravilla y ella con orgullo decía Chilean Shepherd y a continuación mi nombre completo.
Bueno, si se produce el milagro volveré a escribirles, si no sólo el consuelo de que
"todos los perritos se van al cielo"...
Se despide,
Indio de la Quebrada de Alvarado

Al día siguiente…

Soy yo, Indio de la Quebrada de Alvarado y quiero contarles que hace un par de horas me fuí al cielo.
Empeoré y mamá tuvo que tomar la difícil decisión de que me durmieran. Estaba en la clínica y ella fue a acompañarme en mis últimos momentos. Supe que le costó muchísimo aceptarle al Dr. que lo hiciera, lloró muchísimo y yo no tenía como contarle que estaba muy bien, muy aliviado. Llevó en sus manos el aroma de su perfume habitual para que me durmiera con un olor que yo conocía muy bien y me sintiera en familia.
Agradezco que así lo haya hecho, porque creí estar en casa, en su pieza y la verdad que no quedaba otra, porque estaba muy mal. Si me hubiera llevado a casa, igual me habría ido al cielo, pero con mucho sufrimiento para ambos.
Bueno amigos, les dejo un espacio para que alguno de Uds. vaya con mamá, una vez que ella haya hecho el duelo.
Les aseguro que tendrán la mejor
"vida de perros"...

Me enteré que tengo un hermano, finísimo, carísimo que se llama Lonko von die Senken pero no me siento menoscabado. A él le pusieron profesor, yo, como buen quiltro, aperndí solito los buenos modales...fiel a mi estirpe de mestizo.




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