El tránsito de la pornografía presenta un panorama lleno de luces.
Mina y trastorna las relaciones amorosas transformándolas
en un hecho público y mercantil quedando, la persona, destinada
al placer sexual de otra y reducida a sus genitales
Explota una debilidad humana que a nadie dignifica.
Promete amor pero da lujuria.
Promete diversión pero da desesperación.
Promete libertad y da adicción
Promete satisfacción y genera un vicio.
Promete placer y genera promiscuidad
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